Valencia, 3-12-2012.- Las personas con discapacidad de la Comunitat Valenciana se han manifestado hoy en Valencia para lanzar una llamada de S.O.S. con el objetivo de hacer visible al colectivo y la situación precaria que viven. De este modo, alrededor de 4.000 personas entre representantes de entidades, asociados, familiares, voluntarios y simpatizantes de todas las discapacidades han protestado por las calles de Valencia en una manifestación convocada por el CERMI CV que ha dado comienzo en la Plaza del Temple y que ha finalizado en la Plaza de la Virgen, con una parada de la cabecera de la manifestación en la sede de les Corts.
Con esta iniciativa, a imagen de la que se desarrolló ayer en Madrid, han querido mostrar su rechazo por la situación de alarma que está viviendo el colectivo, una situación que ha desembocado en una “llamada de socorro masiva” para no retroceder en los logros conseguidos hasta el momento en términos de derechos e inclusión social.
Esta manifestación se han querido adherir otras entidades como la Agrupación Empresarial de Centros Especiales de Empleo Agevalcee, con la participación de su presidente, Juan José Serrano.
Carlos Laguna, vicepresidente del CERMI CV, y Enrique Llin, presidente del Consejo Territorial de la ONCE de la Comunidad Valenciana han sido las personas que han intervenido para tras la manifestación. Laguna ha afirmado: “Si nadie lo remedia, estamos a un paso de que la discapacidad sea considerada zona catastrófica. Si en los mejores momentos económicos, las personas con discapacidad y sus familias no llegamos a disfrutar del bienestar generalizado, en las épocas pésimas, como esta, sufrimos las consecuencias más devastadoras de la crisis. Lo que hemos logrado en términos de derechos, inclusión y bienestar en estos últimos 30 años, todavía muy insuficiente y todavía muy precario, amenaza ruina”.
Además, Laguna ha lamentado que el colectivo de personas con discapacidad se tratado con “especial dureza e irresponsabilidad” en referencia a la situación de máxima alerta que vive el colectivo. Asimismo, ha querido destacar que la manifestación de hoy no es un “grito de guerra”, sino un “grito de desesperación que lanzan miles de familias que se sienten ahogadas y no quieren acabar asfixiadas”.
Laguna, finalmente, ha pedido a todas las fuerzas políticas que se reorganicen las políticas de discapacidad y se planifique su futuro, y que se acuerde un pacto de estado por la discapacidad, tal como pidió ayer el CERMI en la marcha de Madrid.
Esta manifestación ha reunido a todos los máximos representantes de las 14 entidades de discapacidad integradas en el Comité de Entidades Representantes de Personas con Discapaciad de la Comunidad Valenciana (CERMI CV) y a personas con todo tipo de discapacidad: física, orgánica, intelectual, personas ciegas, personas sordas, personas con enfermedad mental, usuarios de residencias y centros especiales de empleo y otros recursos del sector.
A través del manifiesto, se han ido desgranando todos aquellos aspectos que afectan al colectivo de personas con discapacidad. De este modo, se ha alertado sobre el incumplimiento sistemático de leyes, el aumento de la pobreza y la exclusión social, la soledad de las familias, el debilitamiento de los bajos niveles de protección social conseguidos, la paralización de las políticas activas de empleo en el colectivo, el peligro real de desaparición de los puestos de trabajo ocupados por personas con discapacidad, la posible desaparición de centros especiales de empleo, la existencia de barreras arquitectónicas y de la comunicación, que en ocasiones mantienen a las personas “prisioneras en sus viviendas”, una ley de atención a la dependencia que creó muchas expectativas y que en estos momentos está paralizada, un sistema educativo que aún no es inclusivo, una prestación ortoprotésica obsoleta y pobre, y la reciente implantación de sistemas de copago en sanidad, atención a al dependencia, etc.
A lo que hay que sumar los recortes practicados en ámbitos como empleo, sanidad, educación y vivienda, y la deuda de las administraciones con el sector de la discapacidad, que en la Comunitat Valenciana es una deuda disparada, “que asfixia las estructuras de la discapacidad y que está llevando al colapso a una enorme cantidad de recursos y dispositivos de soporte, dejando absolutamente desasistidas a decenas de miles de personas con discapacidad, muchas de ellas con grandes necesidades de apoyo”.
De este modo, han exigido a los políticos que prioricen los recursos según las necesidades y han recordado que la atención a las personas con discapacidad debería ser una prioridad incuestionable, y han señalado que seguirán recordado a la sociedad y a los políticos las necesidades del colectivo: “Mientras dure la crisis, no avanzaremos con la velocidad que necesitamos y deseamos, pero no podemos retroceder en el nivel de derechos, inclusión y bienestar alcanzado para las personas con discapacidad y sus familias. Traicionaríamos los mandatos morales y legales más básicos, y se vería burlada la decencia mínima que requiere una vida en comunidad digna de ser vivida”, han concluido.
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